miércoles, 21 de julio de 2010

El valor de nuestras truchas.
















Si bien muchos pueden pensar que tratándose de un animal foráneo habría que darle más importancia a los peces autóctonos, es importante tener en cuenta que luego de casi un siglo en los ríos patagónicos las truchas han pasado a formar parte del ecosistema. En otros países, como por ejemplo Nueva Zelanda, ha ocurrido algo similar. Ya se podría decir que son nuestras, porque muchas generaciones han nacido en la Patagonia en estado salvaje reproduciéndose naturalmente sin la intervención del hombre. La trucha es el pez más buscado por los pescadores deportivos de todo el mundo. La pesca deportiva se diferencia de la comercial, precisamente porque el pescador no busca beneficios económicos con la actividad sino recrearse. En la Patagonia tenemos la suerte de contar con una gan población de truchas salvajes, y en varios lugares se han pescado peces de tamaño récord en Arco Iris , Marrón y de Arroyo. En muchos de sus países de origen, estos peces han mermado notablemente su cantidad y calidad debido a la contaminación, la sobrepesca y la depredación indiscriminada. Es por eso que pescadores de todo el mundo vienen a la Argentina. Aquí tenemos las truchas que ellos tenían hace un siglo, y que por no cuidarlas perdieron en gran parte. Esta situación provocó que el hombre haya tenido que reestablecer el equilibrio perdido repoblando artificialmente los ambientes de pesca, pero las cualidades deportivas de una trucha de criadero no son las mismas que las de una trucha salvaje. Por eso, tener ríos casi vírgenes es un gran patrimonio.

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